El Gobierno de Mendoza continúa con su "barrido legislativo". Este martes, la Cámara de Senadores aprobó la segunda etapa de la llamada Ley Hojarasca, un proyecto que busca eliminar leyes obsoletas y en desuso, en su mayoría sancionadas entre 1951 y 1975. Con esta aprobación, la iniciativa pasó a la Cámara de Diputados para su tratamiento final.
En esta segunda fase, los legisladores analizaron 175 normas, proponiendo la derogación de 87 de ellas. El objetivo, según se explicó en la cámara durante la sesión, es "erradicar lo que se transforma en una sobrelegislación con el paso de las décadas". Muchas de estas leyes regulaban organismos o estructuras administrativas que ya no existen, mientras que otras quedaron desfasadas por avances tecnológicos o cambios en la economía provincial.
Esta etapa se suma a la primera sancionada en agosto, que abarcó 102 leyes, de las cuales se eliminaron 75, representando un 74% del total. El proyecto forma parte de un proceso de modernización institucional impulsado por la vicegobernadora Hebe Casado.
Según fuentes del Gobierno provincial, la iniciativa tiene un espíritu similar al proyecto enviado al Congreso de la Nación en octubre del año pasado por el presidente Javier Milei, orientado a eliminar unas 70 leyes consideradas "inútiles, obsoletas o que restringen nuestras libertades".
Con la Ley Hojarasca, Mendoza busca no solo depurar el marco normativo sino también agilizar la administración pública y adecuar la legislación provincial a los tiempos actuales, evitando conflictos o confusiones derivados de normas antiguas y caducas.
El proceso continuará en Diputados, donde se espera que la iniciativa avance en los próximos meses, consolidando así un esfuerzo que los legisladores califican como "histórico en términos de modernización y transparencia legislativa".




